viernes, 15 de abril de 2011

Hasta el 75 por ciento de los páramos de Colombia podría desaparecer por el cambio climático

La situación, que se prevé entre los años 2020 y 2030, es crítica, porque allí nacen los ríos del país, que surten de agua potable a la población. La isla de San Andrés también está en riesgo.
Si no se toman medidas urgentes para contrarrestar el cambio climático en el país, el 56 por ciento de los páramos desaparecerán, antes del 2030; la isla de San Andrés perderá un 17 por ciento de su territorio, entre el 2025 y el 2050; las enfermedades transmitidas por mosquitos aumentarán y las sequías serán más fuertes en la Amazonia y la Orinoquia. Estas son algunas de las alertas que se desprenden del 'Análisis del Cambio climático en el país', realizado para la Cruz Roja Colombiana, por Wálter Ricardo Cotte, director Ejecutivo Nacional de la Cruz Roja; Max Henríquez, y José Castillo . Aunque suenen lejanas las proyecciones, basadas en investigaciones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y otros estudios del clima, los científicos están preocupados por el aceleramiento de este fenómeno mundial. "El cambio climático era como una ruleta rusa donde hay una bala y cinco oportunidades en el resto del tambor para no morirse. Pero ahora hay tres balas. Ahora, las oportunidades que tenemos de ser destruidos son mayores y están aumentando", dijo Cotte. La idea del análisis, presentado el miércoles, además de generar una consciencia pública de la situación, es que se tomen medidas para evitar el impacto en el país, para lo que ya existe una Mesa Nacional de Cambio Climático, de la que hacen parte diferentes instituciones, públicas y privadas. Cómo reducir el riesgo Mitigar el efecto del cambio climático en el país no solo requiere de políticas gubernamentales sino también de acciones ciudadanas concretas. La Cruz Roja sugiere que no se echen en saco roto campañas como la de llevar una bolsa de lona al supermercado para evitar las bolsas de plástico, preferir los productos que vienen en envases reciclables, preferir alimentos orgánicos o exigir aquellos alimentos locales que estén en cosecha y usar jabones biodegradables. Para la casa, insisten en que se podrá ayudar solo con apagar las luces cuando no sean necesarias; usar bombillos ahorradores de energía; reducir el consumo de papel; descongelar la nevera; no soltar el agua del inodoro si no es necesario y planchar solo una vez a la semana. Además, la Cruz Roja trabaja con poblaciones amenazadas, como las de San Andrés, y los habitantes del Parque Nacional El Cocuy, en Boyacá, entre otros proyectos. Sube nivel del mar San Andrés y Providencia es uno de los puntos más frágiles de la geografía nacional ante el aumento del nivel del mar que trae como consecuencia el cambio climático. El informe estima que si este nivel llegase aumentar un metro, entre el 2025 y el 2030, el 17 por ciento de la isla quedaría sumergida. "Afectaría el área turística y comercial, así como la infraestructura de transporte", dice el documento. Según José María Castillo, coordinador del Instituto de Estudios Ambientales para el Desarrollo de la Universidad Javeriana, en la medida que suba el nivel del mar el agua salada se mezclará con las reservas de agua dulce subterráneas que tiene la isla. Pero las zonas costeras también podrían afectarse. De aumentar los niveles de agua en el Pacífico, el 13 por ciento de los hogares estarían en peligro. Mientras que en el Caribe casi la mitad de las tierras de cultivo como palma africana y banano podrían ser vulnerables. Mueren páramos Entre el 2020 y el 2030 el 56 por ciento de los páramos y el 78 por ciento de los glaciares colombianos desaparecerán. Así lo asegura el informe, al recoger cifras del Gobierno Nacional. Pero si no se actúa ya, dice el documento de la Cruz Roja, el riesgo será mayor, y de las 323 mil hectáreas de páramos que hoy tiene el país podríamos quedar sólo con 84.830 hectáreas. "Esto supone un problema de abastecimiento de agua para una buena cantidad de la población, y podría ser un indicativo de más desastres por avalancha", afirma Max Henríquez, coautor. Y lo más grave, según José María Castillo, es también se comprometerían "las actividades agrícolas y la generación de energía eléctrica". La alerta también la había hecho Walter Vergara, líder para América Latina del Banco Mundial para temas de medio ambiente, quien aseguró que el deshielo de los nevados del Ruíz y Santa Isabel, es de los más preocupantes de la región. Agricultura en riesgo Si los colombianos siguen emitiendo CO2, aumentará el riesgo de desertificación. El análisis de la Cruz Roja Colombiana es que si hoy existen casi 5 millones de hectáreas en proceso de desertificación (4,1 por ciento del territorio nacional), si no se hace nada la desertificación afectará potencialmente al 8 por ciento del país. El fenómeno se podría extender a 3.6 millones de hectáreas "localizadas en las llanuras del Caribe, los valles interandinos y Altiplanos Cundiboyacense y Nariñense y principales polos de desarrollo (agropecuario, minero, urbano, transporte)", afirma el texto. El meteorólogo y coautor del libro, Max Henriquez, señala que el aumento de las temperaturas del aire traerá problemas para la agricultura "porque las plantas se desadaptan y luego tienen que volver a adaptarse". El Ideam ya había advertido que los cultivos más vulnerables con el cambio climático son el arroz, el tomate de árbol, el trigo y la papa. Cambian las lluvias Para el 2070 las precipitaciones en el país habrán cambiado. Según un estudio del Pnud analizado por la Cruz Roja Colombiana, para esa época las precipitaciones se reducirán entre un 15 y un 30 por ciento y en un 50 por ciento en la Alta Guajira. Por otro lado, el cambio climático también afectará la salud de los colombianos. Según el informe, se incrementará el dengue, la malaria, el cólera y otras enfermedades generadas en el agua, en regiones donde antes no existían. "Como varia el clima, los ciclos de reproducción de los mosquitos van siendo más largos y llegan a regiones donde no antes estaban", explica José Castillo y cita reportes del Instituto Nacional de Salud, que indican que los departamentos con casos más elevados de malaria entre el 2.000 y el 2006 fueron Córdoba, Antioquia, Nariño, Choco y Meta, donde se presentó casi el 76 por ciento de los casos. Y advierten sobre la vulnerabilidad del agua para consumo humano. REDACCIÓN NACIONAL (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-4888809)

MARAVILLOSOS PARAMOS COLOMBIANOS

La protección de páramos es una labor conjunta de autoridades nacionales.
A partir de una sólida evidencia científica, el Instituto Alejandro von Humboldt, en su excelente Atlas de los Páramos de Colombia, de reciente publicación, nos advierte acerca de las crecientes amenazas que penden sobre estos ecosistemas como consecuencia de la transformación del uso del suelo para actividades agrícolas y ganaderas insostenibles, las quemas y la presión de la gran minería, entre otras. Y también nos señala su extremada fragilidad y vulnerabilidad que se manifiesta tanto en la delicada conformación de su flora y fauna, como en sus complejos suelos, que actúan como maravillosas esponjas de agua y almacenadores de CO2.(http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/manuelrodrguezbecerra/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3745874.html)